Primero se precinta la cámara de combustión de la chimenea para que no pueda filtrarse el hollín que caiga cuando la deshollinemos internamente. Seguidamente introducimos un cepillo por la cámara de combustión de la chimenea de leña, el cual va entrando por el conducto interno de la chimenea y la va deshollinando de abajo hacia arriba, hasta que el cepillo llega a tocar el sombrero. Repetimos el ejercicio tanta veces sea preciso hasta que la superficie interna de la chimenea queda totalmente des hollinada.
Todo el hollín que va desprendiendo el cepillo es absorbido por un aspirador de doble turbina lo que hace que la realización de este servicio sea totalmente limpio y garantizado.